29 de abril de 2006

PAZ CIUDADANA



¿Qué querís que hiciera?, ¿Acaso no veís las noticias? me interroga el hueón parado enfrente de mí. ¿Mi pecado? : Ser negro y caminar distraídamente un largo trecho cerca de él y su mochila. ¿La paranoia necesariamente se traduce en violencia?. Lo anterior lo pienso mientras me doy cuenta del tumulto que me rodea, entretanto, desde el piso del paseo Ahumada, limpio la sangre de mi boca... mientras los pacos me dicen que me levante...
(vivencia de un alumno, 14 años)

9 de abril de 2006

De Vuelta



Después de días intensos, plagados de actividades deseadas e indeseadas pero estrictamente necesarias, me animo a continuar dando a conocer opiniones varias sobre cuestiones propias de nuestros tiempos.


Es domingo de madrugada y vengo de vuelta de un "matrimonio" gay. Mientras presenciaba el hermoso rito que prepararon mis amigos, pensaba en cuanto tiempo habrá de pasar para que en nuestro país la ley respalde a las uniones de personas del mismo sexo. ¿Algún día llegaremos a ese estado de "modernidad" o simplemente seremos por siempre una nación en que los homosexuales deberán entregar a la buena voluntad la solución de sus conflictos una vez generada una comunidad de vida? No es algo que parece preocuparle a la mayoría. Son problemas de minorías para los cuales no habrá respuesta en el corto plazo.


¿Y los problemas de las mayorías? Parece que hoy los chilenos están principalmente preocupados por la violencia de nuestra sociedad y las soluciones a problemas de calidad de vida de las masas (salud, vivienda, educación, etc.) En cuanto a lo primero, en general, las expresiones de tal violencia, como las conductas delictuales violentas, los desmanes en los estadios, los malos tratos dentro de la familia, captan la atención de todos en busca de una solución. El diagnóstico popular parte por considerar necesaria la privación de libertad, inmediata y de preferencia permanente, de los antisociales. No hay procedimiento policial exitoso si no existen detenidos, luego la ciudadanía enardece cuando detenidos llevados a la comparecencia judicial son puestos en libertad sujetos a medidas cautelares distintas a la prisión preventiva. Culpan entonces a los magistrados.

¿Es que no recuerdan aquello de que los jueces son la "boca muerta" que pronuncia las palabras de la ley? Nuestra eterna búsqueda de culpables, si somos rigurosos siempre termina en nosotros mismos. ¿O acaso no somos nosotros los que elegimos a los colegisladores que crean las leyes cuando no nos marginamos del proceso? En mi caso, estimo que cada acto de violencia o vandalismo no lo solucionaremos con leyes más duras, ni magistrados que las burlen para someter a prisión a los imputados como la gente reclama. Pero eso es lo que quiere la galería hoy y me parece extraño que reclamen por que las instituciones no funcionan como desean, en circunstancias que está en sus manos obtener los cambios.


En cuanto al segundo grupo de problemas a que hacía referencia, teniendo en cuenta que el progreso material de las sociedades se traduce en nuevos satisfactores de necesidades, cada vez más ambicionamos riqueza para todos. Nuestro problema no es la falta de recursos, sino la mala distribución, que duda cabe. Y solucionar un problema como ese pasa necesariamente por torcer la voluntad de quienes quieren conservar sus tesoros acumulados. Mientras la solidaridad no se aferre en el alma de los pudientes, no habrá impuesto ni alza en el precio del cobre ni programa de salud que nos permita reducir as diferencias. Otro problema entonces también de voluntad.


En síntesis: los problemas de las minorías no tienen respuesta por desconocimiento y desinterés, los de las mayorías, en gran medida porque todos o algunos no quieren.


Roberto

Hasta ahora la visión moderna de sociedad o ha fallado o a lo menos ha sido distorsionada ante el peso de las evidencias sociales. Ante el barniz democrático que significa elegir o votar (rito tan ensalzado por tu parte) nos encontramos con un subyacente reclamo social ulterior que no se condice con la imagen desde arriba de país democrático que demostramos el 11 de diciembre como lo hice notar en su oportunidad. Un gobierno saliente con un 70% de aprobación y uno entrante con mas del 50%, se contradice con el reclamo general (violento muchas de las veces) de pobladores tratando de realizar tomas, profesores descontentos con el procedimiento de evaluación, usuarios reclamando a diario por el cobro autopistas concesionadas o el posible descontento a que llegará el país ante las sucesivas alzas de impuestos o alzas de precios de combustibles básicos de la población.
Todo lo anterior lo menciono porque me extraña, a lo menos, ver que un país que se ha mostrado bullante en su economía no sea capaz de satisfacer las necesidades materiales y urgentes del país. Así, menos tendrá en su agenda avanzar en términos de los fundamentos valóricos propios de la modernidad como son la libertad, la igualdad y la fraternidad. Es cierto, para mi son más urgentes, pero para un(a) poblador(a) con un sueldo de 120 mil pesos o menos, con varios hijos cuyo futuro solo apunta a la reproducción social no le podemos exigir que analice el tema de la píldora del día después, el matrimonio gay o el aborto como derecho propio de las mujeres ante eventualidades justificadas (las dos primeras que encuentro absolutamente necesarias y la tercera, por lo menos sujeta a discusión) sino satisface sus necesidades diarias tanto para el(lla) y su familia. Para los casos que mencionas tú, relativos a la justicia, estimado: Urgencia. Insertar, transformar?, no compadre la máxima es castigar (no la mia por cierto).
Lo anterior me lleva a pensar (a lo más Dan Brown o Tom Clancy) en una suerte de mantención del “status quo” que impediría asir los temas valóricos más importantes siempre a través del freno a la satisfacción de las necesidades básicas inmediatas de la población.
Creo amigo mío que el tema de las minorías es un tema de mayorías reducido discursivamente y factualmente a fin de impedir su irrupción y reconocimiento.

Freddy