¿Recién terminó la primera vuelta? me preguntó con los ojos desorbitados una colega el viernes. Sí, aun queda bastante, respondí yo, deseando que el mundial no termine nunca. Es que durante estos días muchos vivimos algo especial, espiritual, casi religioso. De hecho circulo por la vida con mi televisión portátil para no perderme los detalles de cada match.
Me conmueve pensar en lo que viven durante este período aquellos que odian el fútbol. Así el chascón Villegas, escribiendo para el Gráfico comentó recientemente “No veré este mundial, no me calienta, no siento razón ninguna para hacerlo”. No sólo intelectuales como Humberto Eco, o artistas alternativos como Alex de la Iglesia desprecian el fútbol, muchas veces con muy buenos argumentos: por ejemplo la instrumentalización de la que lo han hecho objeto nefastos personajes como Mussolini o Franco. Que decir del mundial del 78 y Videla; también lo aborrecen algunas mujeres lamentablemente muy lindas y uno que otro amigo con quién no logramos entrar en sintonía a la hora de calificar el mejor gol o el equipo más dotado. Pero a los fanáticos, nada de eso nos importa. Es fundamentalismo.
El mundial del 2006, comenzó con Brasil como principal favorito, expectativas de una buena participación de Alemania y su fútbol sobrio, que pese a encontrarse en el lugar 19° del ninguneado ranking de la FIFA, (en el que por ejemplo Estados Unidos figura 4° y México 6°) es serio candidato a la corona, por su condición de local y su tendencia a hacer de los resultados una justificación a prueba de toda crítica, seis equipos que nunca antes habían participado en la fase final de un mundial y 1.732 millones de dólares invertidos en estadios para el desarrollo del campeonato (para que presten atención quienes sueñan con organizar una copa del mundo en Chile)
Después de la primera etapa comienza el mundial en serio, (en 1938, por ejemplo, la primera fase fueron los octavos de final) sin convidados de piedra y, por lo visto, sin sorpresas, salvo Australia para algunos (aunque después de haber dejado fuera del mundial a un equipo dos veces campeón del mundo como Uruguay, en realidad dudo que pueda hablarse de una sorpresa) y con todos los grandes aún en camino salvo la República Checa (y Estados Unidos si le damos crédito al ranking FIFA), que mostró buen fútbol, pero no lo suficiente. Argentina nos advirtió que no espera hacer el ridículo como el mundial pasado y Brasil quedó en deuda.
Terminada la primera ronda se habla de España y Argentina como los nuevos favoritos. España ha adolecido de un comportamiento bastante errático en los certámenes anteriores: ¿Será nuevamente el cuento del lobo?. Argentina se enfrenta a la tradición de los mundiales jugados en el viejo continente: salvo el ´58, los sudacas no han ganado en esas tierras.
En cuanto a figuras individuales o goleadores, todo está por verse, no ha descollado ningún jugador aun. Queda mundial para rato.
¿Cuál es tu candidato?