17 de diciembre de 2007

Tiempo de Comprar Regalos.

Una de las más groseras inconsecuencias de nuestro pueblo la podemos notar en estos días: ¿Quién no ha denostado el consumismo asociado a la navidad? ¿Quién no alega que se ha desnaturalizado una celebración de connotación esencialmente religiosa, destinada a la reflexión y a celebrar el nacimiento de la cara humana de Dios, al ritmo frenético de la compra de regalos? ¿Quién no evoca, en sus fetiches varios, la figura de un viejo abrigado a rabiar, con ropajes saturados de los colores de la Coca Cola mientras el termómetro marca más de 30º Celsius? (86 Fahrenheit, para los que ya comulgan con el concepto hasta en los detalles) Abusaré en este caso de la autoridad que me da no creer en ningún sentido trascendente de la navidad, y de ser bastante adorador de la estética roja verde y blanca para criticar un problema grave no de frivolidad (o si se quiere, no sólo de frivolidad) sino que primordialmente de consecuencia.

Hoy, como tratándose de la mayoría de los eventos, conceptos, símbolos y seres, cada uno de nosotros tiene una visión o teoría personal. Como Sick Boy en Trainspotting. La hacemos a nuestra medida, para efectos de justificar lo que hacemos y pensamos permitiéndonos alcanzar la comodidad intelectual, material y -sobre todo- moral. Tratándose de la navidad supongo que buena parte de estas teorías integradoras podrán explicar por qué la navidad es importante para nosotros, por qué se le entiende como una fiesta eminentemente espiritual y, al mismo tiempo, por qué los regalos y el consumo, terminan siendo lo medular.

Supongo que todo este sin sentido no nos parece escalofriante, porque, cual mal de muchos, prácticamente no hay nadie que se libre y ver al de al lado con la misma careta, el mismo discurso y la misma pretensión de trascendencia. Eso nos tranquiliza. Alguien dijo la navidad chilena es tan falsa como la sonrisa del Papa. Con aparadores repletos de pinos de plástico que en el peor de los casos son blancos –el arribismo de quienes creen que pueden igualar sus hogares al sur de Noruega-, se promueven en los recintos de compra y venta cuanta idiotez se les ocurra a los incubus de las jugueterías: macilentas muñecas de larga cabellera rubia capaces de recitar el padre nuestro en arameo y sin perder la compostura”. (1) Pues bien, para mí la falsedad esencial es que este entorno no nos disgusta y pretendemos que así es. Si verdaderamente el consumismo navideño nos repugnara en el fondo –en la forma no hay duda que molesta, porque no conozco a nadie tan enfermo como para sentirse cómodo en las aglomeraciones de los malls- sencillamente le daríamos a estos días el sentido espiritual que se pretende y punto. Los stocks de las multitiendas serían sólo volúmenes indescriptibles de banalidad despreciada.

En fin, así nos gusta. No me vengan con cuentos.

Roberto.

(1) Aníbal Venegas.

36 comentarios:

estados dijo...

Por fin otro post de los interesantes, de ésos en los que se reconoce tu mano.

Claro, concuerdo con tu visión. Pero para quienes no celebramos la Navidad es bastante fácil: Hablé con mi familia hace unos tres - cuatro años y propuse que nos ajustáramos a una celebración de la Navidad que nos acomodara a todos. Por mi parte planteé que:

1. No compráramos regalos pues nadie necesitaba nada y yo la verdad es que paso rabia con los regalos porque poquísimas veces me regalan algo que me gusta.

2. Yo no haría árbol de navidad ni adornos (salvo una reno hembra pintada estilo country por mi, que cuelga mi madre en la puerta). Y como si yo no lo hago no lo hace nadie...

3. Hacer una cena en familia (la única junto con la del año nuevo) y comer algo que nos guste a todos. Esto representa un sacrificio navideño de mi parte, toda vez que no me agrada cenar en familia.

Estuvieron de acuerdo con mis planteamientos y asi nuestra navidad es un día más, en el que cada quien tiene la libertad de darle un sentido espiritual pues no existe el entorpecimiento comercial.

Y yo estoy bastante conforme con todo esto.

En fin. La realidad, aunque duela, es preferible. Cuesta, y mucho, pero se puede, y no tiene que llegar uno al límite de "no poder más", basta con aferrarse a sus propias certezas.

Triste? tal vez. Pero es una tristeza que obedece al replanteamiento de condicionamientos adquiridos involuntariamente.

Anónimo dijo...

Notable lo de Venegas y las muñecas recitando el Padre Nuestro en arameo.

Lo dijiste todo. Por mi parte, nada más que agregar. Así nos gusta, no te voy a cuentear.

LUM

Anónimo dijo...

Pero obvio que me gusta!!! la decoración, los renos, los elfos, las campanas y los villancicos, los regalos!!! Comprar y recibirlos... lo único que no hago es estresarme por regalos por compromiso, y trato de arrancar lo más posible de todo "amigo secreto" que se les ocurre.
¿Lo espiritual? cena familiar, emoción, regalos a niños necesitados... este año de seguro que van a llorar porque quizás el próximo año yo no estaré.
Marylinavideña

LA FULERITA dijo...

¿Y quién te cuenteó?
Francamente, debo decirlo, pareces un niño al que le acaban de contar que el viejo pascuero no existe.
Y tu citado, pero ¡qué manera de exudar resentimiento social!

Por último, que lo hagas parecer algo propio de Chile, resulta muy propio de un chileno pero bastante alejado de la realidad.
Aprovecha internet y date una vuelta...a ver...por Australia, ponte tú...

ahoratodostusolo dijo...

Sole: Me parece una alternativa genial. Lamento bastante lo de los regalos, en general es una costumbre interesante pero complicada, por eso yo no me complico, cuando regalo algo, hago lo posible porque al destinatario le guste y si no le gustó, más no se puede hacer. Si a mi me regalan algo que no me gusta, sencillamente lo sub - regalo.

LUM: Para mi no hay estética más bella que la de la navidad contemporánea. Adoro la música y el pavo. Me pregunto cuando llegará el día que alguna de nuestras tradiciones tenga un nivel de sofisticación similar. Con razón las importamos, no es complejo, es una cuestión de calidad.

Marilyn: Yo adoro todo eso, incluso los amigos secretos. Sobre todo cuando son con cuática.

Pero de espiritualidad, nada. Sencillamente entiendo la navidad como una fiesta comercial a cagarse de bella, de colores, música y descanso. A mi juicio pretender darle ese doble sentido espiritual - hedonista, no es posible.

Fule: ¿Quién me cuenteó? Perdí la cuenta de la cantidad de personas que lo han hecho, por eso tiendo a no creer en la gente. En todo caso, cuando me dijeron que el viejo pascuero no existía, bastante chico, porque el cuento siempre me pareció sospechoso, así que no aguantó mucho, no me afligí porque me aclararon que los regalos se mantenían...

En cuanto a mi citado, no exuda ni la décima parte del resentimiento social que me caracteriza, siempre lo he defendido como un muy legítimo sentimiento que no expreso, porque no me parece adecuado como orientador de mis actos, pero en cuanto sentimiento, a secas, diría que es el más fuerte de todos los que enfrento.

Yo supongo que en buena parte del mundo el fenómeno es similar, ese, además del interno, en relación a los personajes que tenemos a la vuelta de la esquina o en el departamento del lado, es el otro "mal de muchos consuelo de tontos" que me faltaba.

Rabinfiltrado

Anónimo dijo...

Yo me compro todas las marañas que se me vienen en gana total para eso gano plata y HARTA les diré a las reprimidas remilgadas que te postearon, desplegando su desprecio por una celebración que deja contenta a todas y cada una de mis amantes por la gran cantidad de joyas, viajes y pieles que reciben de mi parte.
Disfruto cada oportunidad de fiesta a lo máximo y no me interesa si es o no justificada, es fiesta y punto, no todos los días hay casi una semana completa para descansar y darse unos merecidos placeres deleitando de paso a nuestros seres queridos...y ya se viene mi cumpleaños, ya tengo anotados los que voy a invitar, por supuesto a la tremebunda amargada de arriba no!!!

LA FULERITA dijo...

jajajaja! Y yo que me había urgido por lo pesada...jajajaja!
Para mí, la navidad siempre ha significado regalos y el recuerdo de un padre permanentemente amurrado y que se iba a acostar tipo nueve de la noche, fúrico (aunque igual se muere si no tiene regalos).
Un árbol adornado, un pavo en la mesa, todos abriendo regalos antes de tiempo. Consumismo total y puchas que lo disfruto.
No pretendo que sea un tiempo de recogimiento ni nada. Al menos, no para mi...

Claudia Corazón Feliz dijo...

Yo también encuentro más raro que gato verde esto de ver los juguetes y el pato (pa' encalillarte) de rodillas rezando en una publicidad de Banco Estado. Quizás es para que la gente compre sin "cargo de conciencia", o algo así.

Para mi la navidad es para los niños. Y en mi familia es una linda fiesta, debo decirlo bien contenta.

Saludos don Rabi.

ahoratodostusolo dijo...

Piojo : Con lo que cuentas sobre tu remuneración, se generó en mi un inédito interés sobre tus opiniones.

A todo esto. Cuando te refieres a "la de arriba" ¿a cual de las tres ofendes de esa manera tan poco atenta? Yo no soy objetivo en cuanto las conozco y me parecen brillantes. De hecho, en diversos ámbitos, suelen asesorarme.

Fule: Entonces somos del club. ¿Urgido tú por lo pesada? Imposible. Ni eres urgida, ni pesada, ni “por lo”.

Furiosa: Para mí eso es lo cruel. Me parece incompatible, una visión hedonista y al mismo tiempo espiritual de la navidad. Recuerdo a un cura que lo planteé en términos simples lo que nos caracteriza como humanos es pretender tomar siempre algo de los dos platos: navidad espiritual, navidad de consumo. Vida terrenal y vida eterna. Solidaridad y egoísmo.

Sencillamente es imposible.



Rabinfame

LA FULERITA dijo...

si sé que ando "sopita de plomo", aunque lo que no tengo claro es el por qué...
Lo que no había cachado es el comment del anónimo: mis $j$s se lo habían saltado...pero es un piojo seco...no me tinca cargado al billetón. Y tampoco muy pillo (casi casi me hizo pensar en su lista de invitados)

Anónimo dijo...

Robert, me refiero a una veterana feta que he visto bastante extensa en sus comentarios tratando de brillar por sobre todas las demás a las cuales encuentro adorables y más sinceras.

estados dijo...

Mira tú ah?... yo sub-regalo lo que me regalan personas que no me agradan, así sea algo que me guste.

Es difícil liberarse de las presiones sociales y fácil caer en el consumismo, pero se puede. Ser consecuente sin duda que es difícil pero habemos unos cuantos.

Lo que no me queda muy claro es porqué sería inconsecuente un católico que arma el pesebre, con estrella y todo, que va a la misa del gallo y que luego, dada la gran alegría de saber que Jesús ha nacido, decide -como muchos otros- dar regalos que ha comprado o que ha adquirido a crédito, para compartir su felicidad con otros.

¿Cuál es el real problema?

¿Que los que celebran el nacimiento de Jesús tienen más derecho a hacer regalos que aquellos que no celebran este acontecimiento?

¿Que los no creyentes no deberían hacerse regalos porque no tienen nada que celebrar?

¿Por qué te sientes con autoridad para criticar un problema no sólo de frivolidad? Mejor dicho, ¿Por qué dices que todo esto del consumismo es un problema?

¿O es que criticas el asumir una fiesta que tiene colores y ropas de otro país? ¿Y acaso no hemos asumido las pop corn en el cine? ¿Cuál es la diferencia?

Si es por ser consecuentes, entonces los católicos deberían celebrar con regalos y bombos y platillos la resurrección de Jesús, pues nacer es una cosa, claro, pero resucitar es otra bien distinta y mucho me parece que en la resurrección de Jesús está la clave de la religión católica. (Claro, para resucitar hay que nacer y morir, de acuerdo, pero nacer es fácil, es decir, se necesita una madre. En cambio para resucitar se necesita ser Dios).

ahoratodostusolo dijo...

Fule: No me parece, pero si andas con ánimo de tirarte al suelo: procede. Quizás es el espíritu de navidad. Con lo de la lista de invitados me perdí. Sinceramente no sé a qué te refieres.

Piojo: Veterana, no me comenta ninguna, sólo mujeres con experiencia sobre el promedio. Feta... ni idea si alguna lo es. Reafirmo con más fuerza que nunca mi discurso sobre la tolerancia, ahora pongámosle apellido, "navideña". Finalmente tratar de brillar es algo que todos hacemos por igual.

Sole: En realidad lo de subregalar, es algo que todos en algún momento hemos hecho. Evidentemente no lo hago si el regalo fue hecho con afecto, pero lo he hecho con un par de copetes de amigo secreto.

Finalmente alguien entró al área chica. Así como lo planteas, no habría inconveniente, pero me parece convincente tal trayecto. No puedo dejar de creer que los regalos captarán una atención desmedida tanto en la "previa" como en la entrega.

En cuanto a los no creyentes, gozamos de posibilidades arbitrarias de hacer nuestra cualquier tradición, estética y forma de vida, precisamente porque no creemos y el hedonismo lo aguanta todo.

No veo en el consumismo un problema en sí, sólo critico la falta de consecuencia. Básicamente porque entrega información distorsionada y con ello incertidumbre.

En cuanto a las fiestas de origen foráneo, no critico. Es más, me parecen las mejores.


Rabinsistente

LA FULERITA dijo...

ah, me refería al speech del piojo resucitado. Y no me ando tirando al suelo, pa'na (no hoy por lo menos...bueno, ya, no por este rato...en fin...)

Tomas Bradanovic dijo...

Yo tengo el mismo aprecio por la navidad que el papá de la Fulerita, me parece una celebración odiosa y estúpida donde me obligan a sentarme a la mesa con todos, cosa que me carga y me arruina la digestión, no me demoro ni 10 minutos en comer, recibo los calcetines y el short que me regalan todos los años, digo mi acostumbrado "me lo merezco, me lo merezco" para pegarle mi mal humor a todos y me voy a acostar. Lo bueno es que jamás en mi vida he hecho un regalo, lo único que me arregla un poco la noche es ver como todos patean la perra por culpa de mi avaricia.

Elisa Montt dijo...

De chica me gustaba la navidad (porque obviamente no compraba ni un mísero regalo), ahora la pienso un poco más...

No te niego que si hago regalos y ceno en familia, tomo cola de mono y como pan de pascua.

Igual compartir con mi familia es rico, por lo demás esta será la última navidad en Santiago...las otras pienso pasarlas en el sur.

Un abrazo.

PD: Tomás....solo Short y calcetines??...

Anónimo dijo...

Padezco del "Síndrome de La Madre Soltera"y por ello trato de darle a mi hija lo que yo no tuve. ¿Es un pecado, está mal?... Al Diablo!!!, si Ella es feliz, entonces yo lo soy.
Qué importa, no?, si estás con quien tú quieres y dónde quieres y como sea...

Roberto, Besos.

ahoratodostusolo dijo...

Fule: Gracias por la aclaración.

Tomás: A mí también me carga sentarme a la mesa, pero no por la compañía ni el diálogo. Por las sillas de los comedores: Estoy acostumbrado a comer echado, no soporto mucho rato sentado en una silla de comedor. En cuanto a los regalos, no soy avaro, pero suelo estar bastante limitado económicamente.

Trilce: Había olvidado el cola de mono y el pan de pascua, esos entiendo que son autóctonos. Ricos en todo caso.

Paola: Pecado no sé si será, porque nunca he manejado con precisión esas distinciones. Pero me parece que está muy bien, mientras los niños no aprendan un doble y confuso discurso.

Rabinflado

patch-blue dijo...

yo ya postie (mi penultimo)sobre lo mismo, sobre todo el consumismo y too el atao en torno a las lucas; y cero consecuencia.
me declaro anti-navidad tal como es hoy en dia.
sería.
un abrazo!

 kotto dijo...

Es una paja el tema de la compra, el regalo navideño... pero es así pa' los que nos gusta...

Es una lata que todo el sentido de la navidad pase a segundo plano,
pero (en mi caso) no existe nada mejor que ver la carita de alegría de tu hijo(a) al recibir un regalo...

Y si tienes la oportunidad de regalar a un niño que no tiene la posibilidad de recibir algun regalito eso es inmensamente reconfortante...

Que existen "Grinch" que siempre aparecen en esta época... allá ellos con su rollo...


Un gran abrazo

Mary Rogers dijo...

Y ¿qué me vas a regalar?
Abrazos

Akasha Déclenché! dijo...

Navidad en términos espirituales... se la dejo a los cristianos, yo respeto pero no comparto sus reflexiones, me quedo con mis rituales paganos -como dicen los que no forman parte de ellos- y celebro el 21 de diciembre el ancestral sabbat del Yule... cada loco con su tema, ¿no?

Carpe Diem.

ahoratodostusolo dijo...

Kotto: Bien por tu hijo. Yo no comparto las preferencias de los Grinchs, pero que tienen legítimo derecho de expresarse. Otra cosa es pretender cagarle la navidad al resto: Muy inadecuado.

Path: Voy a leerlo, a ver si te comento allá.

Mary: Eso es sorpresa.

Akasha: Mañana me cuentas como estuvo. Recordé (ahora me wevean para siempre) un capítulo de Sex & the City) que veo MUY ESPORÁDICAMENTE, en que Charlotte, que quiere hacerse judía para casarse con uno, lucha contra el trauma de dejar atrás la navidad, los renos y toda la parafernalia...


Rabingenuo

Anónimo dijo...

Lo que más me gusta de las fiestas independiente de si se cree en su sentido o no, es que se reactive el consumo. No veo esa falta de inconcecuencia que ves tú, simplemente es una forma en que se organiza la sociedad, tan falsa o verdadera como quieras
Saludos

estados dijo...

Es que, insisto, ¿Cuál es el problema con el hecho de que los regalos capten más atención que el sentido espiritual de la Navidad?.

O dicho de otra manera:

¿Puedo creer en Dios, celebrar el nacimiento de Jesús y alegrarme más por recibir regalos costosos?

¿Soy "menos" espiritual si me alegro por las cosas materiales más que por las espitiruales?, ya, puede ser que efectivamente sea menos espiritual es este sentido. Pero, ¿Cómo lo mides? Si el problema que yo veo acá es que tú estás asumiendo (igual que Aníbal Venegas) que una celebración que conlleva un elevado nivel de consumismo es contrario o es algo que de alguna manera niega, o es incompatible con una celebración espiritual.

Por otro lado, si es a partir de la compra de regalos costosos y comida por montón, y tragos, etc. etc. etc. que recordamos el nacimiento de Jesús, cuál es el problema? Le molestará esto a Dios? o será que Dios dice: "Puta, con la plata que tienen los hombres deberían recordar el nacimiento de mi hijo con regalos más costosos" (por hacer una caricatura).

Nuevamente el punto, a mi entender, es otro. El día 25 de diciembre celebran los católicos el nacimiento de Jesús, éso implica que los católicos (y todos quienes quieran celebrar este acontecimiento) están felices porque Dios nos regala a su hijo para mostrarnos el camino, la verdad y la vida (a todos, no sólo a los católicos). Entonces, entendiendo que esta situación nos pone muy felices, compartimos esta felicidad con nuestras familias, amigos, etc. Y cada uno verá la forma de compartir esa felicidad de acuerdo a su sentir personal.

Es a partir de esa idea que me parece que un excesivo consumismo no es cuestionable, es nuestra naturaleza, nuestra forma de expresar cariño, felicidad, etc.

A ver, mira, quién es más espiritual, una persona que celebra la Navidad de manera austera, rezando, yendo a misa, y luego dando gracias porque Jesús ha nacido o una persona que se gasta lo que no tiene regalando cosas a su familia, endeudándose hasta donde no puede por comprar regalos a sus hijos y de esta forma transmitir la idea de que la Navidad es pura felicidad... Ah?

O será que la felicidad no debe expresarse a través de cosas materiales?

Pero ¿Cuál es la información distorsionada? que se hagan puros regalos y nada de pesebre o misa? Y si así fuera, quién puede certificar que en el corazón de esas personas no existe la idea de que todo ese consumismo es para compartir la felicidad de la Navidad?...

No entiendo a qué te refieres con "incertidumbre". O es que acaso hay UNA SOLA forma de agradar a Dios?

Ah! Y concuerdo con Luis Eduardo, absolutamente.

Anónimo dijo...

¿No tiene algo de espiritual el TENER alguien a quien le QUIERES regalar algo, luego, le buscas el regalo PERFECTO para ella, luego esperas con ansias que le GUSTE, y si es así, sientes como que el coraón se te AGRANDA de felicidad?
¿Eso, no es espiritual??
Ho Ho HO!!

Anónimo dijo...

Pfffffff toy que reviento, (todavia no digiero bien el asao de anteayer) y hechando una miraita a este post, no tengo nada que decir, soy un hombre light, superfluo y algo artificial, me encanta que me miren las muñecas y vivo a 1.000 x hora...

Tomas Bradanovic dijo...

Hey Trilce, es todos los años lo mismo: un short y un par de calcetines ¡yo me merezco MUCHO más!

No hay salud, esto de tener familiares tacaños...

ahoratodostusolo dijo...

Sole: ¿Cuál es el problema con el hecho de que los regalos capten más atención que el sentido espiritual de la Navidad? Ninguno, siempre que no simulen que el sentido primordial es espiritual y no banal, e incluso en ese caso quizás muchos no vean complicación alguna: yo sí, un problema grave de consecuencia que me lleva a mantener mucha distancia de las personas que así se desempeñan en la vida.

Dra. Ríos: Si tiene algo de espiritual. Pero es una cuestión esencial y en un 90% (o más) material.

Piojo: ¿También estuviste en un asado anoche? Un abrazo, somos de la misma línea. Para la otra invita, perfectamente podría no haber tenido un asado yo anoche.

Tomás: Un short será un buen o mal regalo en la medida que las piernas del beneficiario sean atractivas. Si son feas, no sólo será un mal regalo, sino, también, un atentado estético y ecológico.

Rabintoxicado

Elisa Montt dijo...

Apuesto a que Tom tiene buenas piernas!!!...jajaja...

Bueno...me conmoví tanto con el regalo repetido de Tomás que le tengo guardadito un pequeño obsequio...nada del otro mundo, solo uno de mis trabajos de fotografía...con marco y todo.

Cómo se lo hacemos llegar?

Anónimo dijo...

Gracias por el abrazo, me viene bien para este momento que necesito un abrazo de hombre, acerca de las piernas de Juan ,solo sé que son lampiñas, flakas y arqueadas como alicate, cuando niño le decían "el pata de alicate", recuerdo bien en el internado que estuvimos.

Tomas Bradanovic dijo...

Hey Trilce, yo antes estaba muy contento con mis patitas cortas y gruesas de futbolista (aunque nunca he jugado a la pelota), ya no tanto, son los años hijita. Regalos son muy bienvenidos pues ¡manda, manda! Las Codornices 1520 Arica, city

Elisa Montt dijo...

Don Roberto...vengo a dejarle un tremendo abrazo navideño....espero que disfrutes mucho en este día junto a la familia.

Trilce.


PD: Tomás...solo esa dirección??....ninguna villa o Barrio??...bueno....se lo enviamos entonces.
Un abrazo.

Tomas Bradanovic dijo...

Jo-JO-Jo Feliz navidad! voy a tener otro regalo Jo-Jo-JO! chas, gracias, chas gracias Trilce

Unknown dijo...

Apoyo tu comentario. Muchas veces es el mal compotamiento ante la moda, el consumismo o el aparentar (deporte que se practica a menudo en nuestro país), o tal vez el miedo de los padres a decir no a sus queridos angelitos. Es un tema que pasa por religión, costumbre, respeto o como quieran llamarlo, ésta se volvio la fecha del "yo gasto más", la del viejo guatón que se equivoco con el regalo yinyon bell, yinyon bell.
En fin una fecha que para los que sabemos, conocemos y respetamos nos parece extraña vivirla asi, cada vez se vuelve mas top, cada uno hace lo que puede o lo que quiere y todo es fantástico.
Sólo puedo agregar que esta fecha para mi es de sentimientos encontrados, mientras más vieja, más perdido veo el sentido de este día.
Sólo espero que haya una navidad en que realmente pueda sentirme feliz.

Lilian dijo...

Felices Fiestas! Y un próspero Nuevo Año... muy próspero.
Un abrazo