23 de febrero de 2007

EN MEMORIA DE NICO Y BART



"¡No hay justicia para los pobres en América!...¡Oh, compañeros míos, continuad vuestra gran batalla! ¡Luchad por la gran causa de la libertad y de la justicia para todos! ¡Este horror debe terminar! Mi muerte ayudará a la gran causa de la humanidad. Muero como mueren todos los anarquistas, altivamente, protestando hasta lo último contra la injusticia....Por eso muero y estoy orgulloso de ello! No palidezco ni me avergüenzo de nada; mi espíritu es todavía fuerte. Voy a la muerte con una canción en los labios y una esperanza en mi corazón, que no será destruida..."

Nicola Sacco


Datos preliminares: Soy hombre, heterosexual, liberal, de pasado DC y PPD (en ese orden) chileno, abogado, de clase media, trabajo en una institución pública, casado, sin hijos, adicto al tabaco, agnóstico, hincha de la “U”, educado en un colegio particular subvencionado, luego en las universidades de Chile, Católica y Diego Portales, cobarde, alto, con defectos físicos en los ojos, los dedos de los pies, obeso, padezco además de epilepsia, depresión recurrente de episodios aislados, y represiones emocionales de índole neurótico.

En nuestro perfil escribí con anterioridad que las circunstancias de nuestras vidas, de los creadores de ahoratodostusolo, no tendían importancia a la hora de postear en este blog, sin embargo quizás algún día revelaríamos algunas. Hoy lo hago a modo de reforzar la idea central que me motiva a escribir, a falta de un nombre mejor, me referiré simplemente al “efecto halo”.

Mi primera experiencia traumática en tal sentido fue en 1993, en la “U”, conversando con un grupo de alumnos de derecho de mi generación. En tal oportunidad comenté que uno de nuestros compañeros, ausente en ese momento, podía aportarnos bastante en un proyecto en gestación en aquel entonces. ¡¿Manuel Martínez?!-exclamó horrorizado uno de mis contertulios- ¡pero si ese huevón es facho! Pues bien, la posición política de mi amigo nada tenía que ver con la naturaleza de nuestro proyecto. Pero por esa circunstancia no conseguí integrarlo. Años más tarde, en el marco de un grupo de amigos congregados por el fútbol, fui testigo de cómo hostigaron, hasta excluirlos, a un lúcido militante de la UDI, hijo de un dirigente de derecha asesinado en dictadura (no precisamente por la dictadura) y a una amiga muy querida que a veces se pasea por estos confines del cyberespacio. Por sus ideas de derecha, demás está decirlo. Ejemplos de amigos de izquierda que padecieron una suerte similar en otros contextos, podría comentar por horas.

En otro ámbito, pero en el mismo orden de ideas, hace un par de meses un miembro de la barra brava de Colo Colo (el ejemplo podría ser al revés, no tengo otro tan fuerte) me decía abiertamente que el sentido de pertenencia a la barra, se aferraba de una idea central: destruir al enemigo, y en ese entendido, no había “chuncho” bueno, todos se merecían una paliza, la muerte a golpes, por que ellos no usaban armas de fuego, ellos, como los caciques, peleaban sólo con su valor y la naturaleza. Tuve la suerte de esconder, antes que entrara a mi, oficina un “certificado oficial de hincha de la Universidad de Chile” si no creo que mi ayuda no le hubiera parecido valiosa.

Sigamos. Uno de mis colegas “estrella”, muy bien ponderado y a cargo de importantes casos, hizo el siguiente comentario refiriéndose a las personas que viven en poblaciones marginales: “son todos malos, pero muy malos”. ¿Todos? –pregunté, bastante turbado- la respuesta no sé si fue tan en serio, pero definitivamente nos dejó perplejos a mí y a los otros que compartíamos una mesa: “SIN EXCEPCIÓN”.

Etiquetas existen millones, por eso enumeré al principio todas las propias, o por lo menos todas las que recuerdo. Por que ninguna de ellas tiene que ver con si canto bien o mal, si hablo bien o mal, si hago el amor bien o mal. Si soy buen o mal hijo. Ciertamente el repudio a todas estas formas de discriminación que he narrado forma parte del enorme saco de lo que hoy podría llamarse “políticamente correcto”, pero no nos engañemos, de alguna manera resulta muy difícil abstraerse de las etiquetas a la hora de relacionarnos con nuestros semejantes. Porque mientras no las desterremos de las apreciaciones más simples el ejercicio no está completo. Así, creo que no a muchos les parezca que la voz de Frank sea pésima, por que era mafioso y racista. Sin embargo demasiados consideran que Gloria Simonetti o la Paty Maldonado cantaban mal. ¡Por favor! serán pesadísimas, (opinable) derechistas en extremo (incuestionable) su estilo al cantar podrá ser cursi (opinable) pero llegar al extremo de apreciar su voz con un oído político me parece lamentable.

Digamos que Pinocho jugaba bien a la escoba, que tenía una habilidad innata para terminar con los oros y el siete de velos en su poder, sin robarlos por cierto, o tenía otro talento similar, ¿quién sabe? mientras no nos anticipemos a negar tal posibilidad, a pensar que hasta nuestro enemigo más acérrimo puede tener alguna virtud, no estamos caminado en la dirección correcta. De alguna manera todos los días repetimos la lógica que llevó a Sacco y Vanzetti a la silla eléctrica sólo por ser obreros, anarquistas e italianos.

Si chocan en un accidente dos automóviles, el causante de él no será, como en el chiste, el negro, judío, maricón y argentino. Ni siquiera necesariamente el que iba ebrio. Tampoco el culpable dejará de serlo porque es un modelo de esposo, en circunstancias que el otro conductor iba en el auto con la amante. ¿Por qué nos cuesta tanto distinguir las cosas? Remontándome a la “Breve Historia de los Estados Unidos” contenida en Bowling for Columbine, coincido con Moore en que en la base del odio está el miedo.

Hoy en la mañana conversaba con un amigo que deberá enfrentar un tribunal de familia presidido por una jueza. Mujer. Si viviera en un mundo soñado, debería haberle dicho con confianza: "no te preocupes, no te considerarán culpable, y a tu mujer inocente, sólo porque la jueza es mujer". Pero en el ámbito de nuestra sociedad, tuve ganas de decirle: "agradece que la causa es por violencia intra familiar y no por violación"


Espero que el día que esté en el banquillo de los acusados, lo esté por lo que hice y no por alguna de mis etiquetas, que enumeré al principio. Mi compromiso en esta oportunidad es apreciar cada uno de sus actos, gestos, talentos, por lo que son, enviando el “efecto halo” al basurero.

Donde debería estar.


Roberto.

24 comentarios:

Elisa Montt dijo...

Impresionante leer como las personas actuamos frente a las etiquetas...agradezco cada linea en que permites conocer un poco más de ti.
Generalmente todos miramos lo externo para convencernos de algo, y eso nos trae un montón de consecuencias.
En mi caso trabajo en un colegio con una denominación religiosa fuerte...entonces es lamentable ver a colegas cuestionados por los demás frente a su desempeño solo por creer en algo distinto (me incluyo en el banquillo de los acusados)...lo mismo sucede en mi caso, cuando en el colegio de mi hijo supieron que era separada...ya no era la super buen apoderada y se complicaron para darme matricula para este año.
El mundo vive de etiquetas...lo importante es que el mundo tiene espacio para cada uno de nosotros, seas negro, blanco, gordo, flaco, mormón o católico, comunista o udi...lo que sea..finalmente cada una de las personas es libre y tiene derecho a vivir con sus propias creencias y opciones.

Un abrazo.

Claudia Corazón Feliz dijo...

Don Rabi, como siempre, más interesante que la cresta. Leí los otros post, y me perdí de harto.

Saludos don rabi pisciano.

un petalo sobre la nieve dijo...

Yo en cambio, creo que es bueno discriminar.
Miren que ahora tenemos que mezclarnos con cualquiera...
Siempre recuerdo el viejo adagio: "mira con quien andas...." Es muy sabio, hay algo de sabiduría en los viejos, mejor dicho en los viejos de antes, jaja.
Para entender esto hay que distinguir, (partamos discriminando, obviamente Robert se refiere a la discriminación mala, pero nunca está de más aclarar....)

Vero dijo...

Estoy en contra de todo tipo de discriminacion, pero no es lo que me motiva a comentar hoy, quiero detenerme en la revelacion de antecedentes personales que has hecho, cada vez que leo que un bloguero cuenta mas de lo que se habia permitido por años, me da la impresion que sienten un alivio, de que? no lo se, pero ese post que deja ver parte de la identidad oculta me llena de emocion, porque en el fondo siento que gritaste.... este soy yo.

Un Beso.

Mariela dijo...

Obeso? Por favor... rellenito, mejor dicho... jajajaja
Tan pretencioso, Rabi...

Bueno, supongo que la querida amiga facha que se excluyó de aquella sociedad futbolística soy yo... (te faltó poner que además soy rica, guajajaja ), pero igual a veces los leo...

Siempre tendemos a etiquetar a la gente: por feo, bonito, tonto, inteliente, cuico, flaite, gordo, flaco, zurdo, facho, canuto, católico ... o lo que sea. Consciente o inconscientemente lo haces igual... pero es lógico si todos somos distintos... y obviamente uno se acerca a las personas con las que tiene más afinidad.

Yo nunca he sido discriminatoria contigo... PPD y todo te quiero poh, amigo... jajajajaja

Besos y pronta recuperación ;)

Anónimo dijo...

Solo puedo decir que discriminar no es malo, todos lo hacen en en forma consciente o inconsiente. Creo que lo malo es despreciar al otro.

Sabesquiensoy dijo...

Que agrado pasar por aca y encontrar este post de este nivel de humanidad...
Te felicitooo...

Quisiera decirte que broche de oro la frase "la base del odio es el miedo"... si pudieramos desprendenernos de los miedos podriamos quizas despendrernos de los prejuicios hacia nosotros mismos y encontrar un verdadera y completa autovalorizacion, lo que romperia uno de tantos vicios que redundarian en un verdadera aceptacion y tolerancia de lo que puede estar a nuestro alrededor...

te mando un gran saludo.



aps ojala seas la excepcion de los trabajadores publicos, hoy estuve con una de ellas y he salido emputecido, me es irritable ver la sobervia y el abuso de poder... esa es la etiqueta que mas me complica

Muy Matrera dijo...

Mi estimado... le deje un meme en mi blog. Luego paso a comentarte el post.

ahoratodostusolo dijo...

Trilce: En definitiva nuestro sistema respeta todas las creencias y eso es valioso. Yo incluso defiendo la tolerancia a la intolerancia. Sin embargo eso no obsta a difundir por todos los modos a tu alcance las cualidades de la sociedad con que sueñas.

Furiosa: Gracias por tus palabras. Fish rules!

Ivonne: Cada uno tiene la libertad para escoger con quien se relaciona y de qué manera. En esta oportunidad me refería más a nuestras apreciaciones que a nuestras relaciones.

Vero: Me sorprende tu visión de mi exposición de etiquetas. En todo caso si lo que quieres insinuar es que todo el post fue sólo una excusa para revelar detalles de mi vida, te digo fuerte y claro que no es así. Y me siento bastante aliviado después de escribir, pero porque me interesa verdaderamente luchar contra el efecto "halo" de manera intensa.

Mariela: Si fuera pretencioso hubiera dicho, además, que mis ojos son bastante expresivos, mis labios sensuales, mi nariz bien delineada y mi CI muy alto. Pero ese no es el punto.

Claro que eres tú. Espero que no te moleste que te aluda sin tu consentimiento. Y obviamente no diré que eres rica, porque después me pongo celoso.

No niego que es legítimo, recurrente y muchas veces apropiado que las personas se reúnan con quienes tienen más afinidad. Pero cuando eso nos lleva a negar a quienes son distintos en su totalidad y potencialidades, caemos en un defecto lógico importante que nos lleva a asumir una realidad distorsionada. Eso es lo grave.

Anónimo: Yo creo que la discriminación es una mala práctica y el desprecio no siempre es malo. Depende de qué es lo que se desprecie y por qué fundamentos.

Jose: El miedo acompaña al ser humano desde que es tal. Se transforma en un problema serio cuando no se le combate, cuando se permite que destruya las sociedades. Es un caso recurrente varios pueblos contemporáneos.

En cuanto a mi desempeño en el servicio público, un comentario entre paréntesis: trato siempre de luchar por la eficiencia y la buena distribución de los recursos materiales y humanos y asumo un criterio básico que me gustaría que todos los funcionarios públicos hicieran propio: Los principios e ideas por los que debemos luchar en la función pública no son los propios, son los que están consagrados en la Constitución y la ley, que son a su vez expresión de la voluntad de todos.

Rabinstructivo

Tomas Bradanovic dijo...

Yo no le veo nada de malo a discriminar, al contrario, la capacidad de discriminar es una de las principales características del intelecto. Todos tenemos perfecto derecho a querer lo que nos parece bien y aborrecer lo que nos parece malo: eso es discriminar y lo hacemos a cada rato.

En lo que te encuentro razón es que lo más estúpido es discriminar en base a etiquetas o generalizaciones.

Las etiquetas son la base intelectual de todo estúpido: los negros llevan el ritmo en la sangre, los indios son traicioneros, los judíos apretados, los árabes fanáticos, los chinos lo tienen chico y los turcos lo tienen grande, hay que pitearse a los flaites, a los comunachos, a los fachos, los opus dei son mafiosos, los curas pedófilos y los ariqueños son secos para la cama. Esta última etiqueta es particularmente falsa, se trata solo una generalización a partir de mi caso particuar.

Elisa Montt dijo...

mmm...cierto lo que plantea Tombrad..todos discriminamos alguna vez...pero más allá de la discriminación o etiquetas, me quedé pensando sobre lo que dice de los ariqueños...jajjaja...

Ay señor!!!....ando con la mente sucia hoy...pero es una duda que tengo frente a eso...y la tendré que comprobar....jeje.

PD: Estoy de acuerdo con Mariela, no eres obeso niño!! no exageres.

ahoratodostusolo dijo...

Tombrad: Creo que discriminar en base a etiquetas es demasiado frecuente en nuestros tiempos. Ahora, más allá de una disposición global que tenemos en la relación con el eventual discriminado a lo que quise apuntar en esta oportunidad es a la ceguera voluntaria que se manifiesta cuando en las personas que etiquetamos, independientemente de nuestra relación con ellos, no somos capaces de reconocer nada bueno. También el fenómeno funciona en sentido contrario considerando que todo lo que hacen o dicen las personas que admiramos o queremos (muy frecuente en el seno familiar) está bien.

Humano, pero muy torpe.

Trilce: No conozco ariqueños, así que no podría comentar. En cuanto a mi sobrepeso, creo que 20 kilos de exceso para cualquiera es mucho.


Rabinmenso

Tomas Bradanovic dijo...

Roberto, acuérdate que el amor es ciego, igual que el odio. No son cosas fáciles de racionalizar.

Trilce, supongo que los ariqueños no tienen nada de particular en esas artes, claro que hay uno... en fin, prefiero no seguir comentando.

Eso se llama propaganda directa, llame YA!!! jaja

escorpiona dijo...

Al etiquetar o clasificar a las personas, disminuimos nuestra visión y nuestra razón. Por algo estamos todos en este mundo, ahora bien el para que, lo vamos descubriendo cada uno, poco a poco.
Un saludo
Chau

Elisa Montt dijo...

Sorprendida!!...

me dejo guiar por las etiquetas del estimado tombrad...

600 600 cuánto sería el numerito del llame ya??...los primeros llamados se llevarán un regalo sorpresa?.

Bueno...devolviéndome al tema central...Rabi, tú te dejas guiar por etiquetas?...a veces disponemos de tan poco tiempo para conocer a los demás, que nos es más fácil dejarnos guiar por lo externo y característico de la persona.

saludos y suerte!

ahoratodostusolo dijo...

Tom: El amor y el odio son demasiado distantes para mí como para comentarlas.

Trilce: En realidad aún lucho por desterrar un par: "todas las mujeres son crueles" "todos los franceses hediondos" y "todos los chinos comen arroz"

Rabirónico

Mariela dijo...

Jojojojo Me quedó claro que no eres pretencioso, Rabi... Sí, tus ojos son expresivos... Labios sensuales? jajajaja ok... y nada que decir de tu nariz, es muy linda. Tampoco tengo dudas de tu CI.

Ahora, sobre tu lucha contra los "todas las mujeres son crueles" "todos los franceses hediondos" y "todos los chinos comen arroz" tengo algunos puntos que aclarar: Yo podría decir "todos los hombres son unos desgraciados (porque lo son), Los franceses no son hediondos (no más que los chilenos) y sí todos los chinos comen arroz... :s
jajajajaja

Saludos!!

ahoratodostusolo dijo...

Mariela: Sguiré luchando. Por lo pronto tu comentario pareció confirmar mis prejuicios.

Pero haré caso omiso de él.

Rabindiferente

estados dijo...

Mmmmm... hay demasiado que decir. En principio, te centras, al describirte, en apreciaciones objetivas que pueden ser opinables. En ése sentido no me parece adecuado revelar detalles respecto de los cuales no puedes hacer nada al respecto, lo interesante es expresar detalles personales que impliquen "elección" puesto que el efecto de halo es cuestionable solamente cuando uno se hace perteneciente de un grupo por voluntad y no por genética.

En este sentido, por ejemplo, que digan: todas las "gordas son simpáticas" o "todas las gordas son calientitas y buenas para el invierno" o "todas las "gordas comen harto", no se aplica a mi persona, no porque no sea gorda, sino porque soy más bien pesada con todos y simpática con poquita gente, soy heladísima, excepto si tengo a alguien encim o debajo, y como poco y muy a disgusto.

Entonces el punto es que en este caso se me discrimina, por cosas que supuestamente soy y que realmente no soy.

Creo que el tema de la discriminación ya ha sido tratado anteriormente en este mismo blog y recuerdo haber planteado que generalmente el miedo es la base de todo acto negativo. Por lo tanto, al discriminar yo a las personas "huecas" estoy manifestando mi temor a que alguien sea más inteligente que yo (cosa difícil, muy difícil).

Ahora, me parece infinitamente más preocupante la autodiscriminación, pues la discriminación de otros obedece más a procesos racionales en tanto que la discriminación hacia uno mismo obedece a procesos más bien emocionales. Una cosa es que yo, por ejemplo, por ser linda discrimine a las personas feas y otra muy distinta es que por ser linda me crea "superior" a las personas feas. ¿Se entiende?.

Aún asi, encuentro fantástica la revelación que haces de ciertas características tuyas, sospecho que omitiste muchas y muchas positivas a ver si te animas a exponerlas o necesitas ayuda al respecto?

El efecto de halo es un concepto ue no sólo tiene un sentido de discriminación, tiene también un lado positivo y si te interesa me puedo explayar al respecto.

Elisa dijo...

Discriminación y estigmatización, complicado el tema. Yo trato de evitar caer en ellas, pero no es fácil.

Asi que funcionaro público, pues chokale. La generación nuestra, se caracteriza por buscar la eficiencia dentro del servicio, al menos eso me ha tocado vivir desde que entré, hace casi 10 años. La idea del funcionario público burocrático y flojo algún día será sólo un mito...Espero.

Saludos!

Dany dijo...

Esta en nuestra naturaleza? .. es parte de nuestra formación? ...
Todos de una u otra forma estigmatizamos ...
Etiquetas tengo miles ... algunas han cambiado con el tiempo otras no ... he aprendido a vivir con ellas ...
Besotes RABIETIQUETON...
oye y cuando el BOWLING? ... pffffffffff!!!! volvi de vacaciones y nunca dijiste rana ...

ahoratodostusolo dijo...

Sole: En primer lugar, creo que concordamos en que muchas de las categorías suelen ser solo aparentes. Pero estamos muy en desacuerdo en cuanto a la ponderación de la importancia de la "autodiscriminación". Para mí es un tema casi irrelevante.

En cuanto a etiquetas que podrían considerarse positivas de mi persona, no creo que existan muchas, no tiene mucho sentido referirse a ellas a estas alturas, no creo necesitar ayuda ni me animo a exponerlas.

Si me interesa tu exposición sobre los aspectos positivos del efecto halo.

Eli: En realidad pertenezco a una institución pública autónoma e independiente. Trabajo en ella hace tres años, y me saco la cresta por las metas de la institución tal cual como están formuladas, no como yo desearía que fueran.

Dani: Yo te conozco como una mujer inteligente buena para reirte y mala para el bowling. No he dicho "rana" (¿podría decir "sapo"?) porque estoy operado en mi casa, 10 días de licencia. Una vez que esté disponible te aviso.

Rabinterminable

Cleo dijo...

Estimado Robert Rabbit:

No sé si son los dos sours que traigo en el cuerpo al momento de escribir esto, o qué diablos...pero imposible no marearme con la cantidad de etiquetas que entrega S.S. al inicio del post.

Tal vez lo primero sea agradecer la revelación de ciertos detalles de su persona que fueron tan celosamente guardados a los lectores de este blog...claro que ahora sería preciso que su amigo imaginario Freddy deleitase a la ferviente galería del "ahoratodos" con el mismo ejercicio.

Segundo....chuta, es difícil no dejarse llevar por las etiquetas. La idea de despreciar el "efecto halo" en un mundo que se construye casi exclusivamente en base a imágenes, es de un idealismo casi quijotesco, a mi juicio.

Con la pasión de mis veinte años pensé, al igual que Ud., que ello fuera posible. Pero ahora, pasadita la treintena y con las patitas un poco más cerca de la tierra (aunque no del todo posadas en ella aún), puedo decir que cobra gran fuerza lo que siempre me ha dicho mi santa madre: "como te ven, te tratan".

De que es triste y frustrante presenciar actos discriminatorios hacia otro(s) en la vida diaria, claro que lo es. Peor es experimentar la discriminación en carne propia. Por ello, recojo de alguna forma la invitación a desechar el halo, al menos en el limitado ámbito de influencia que tiene cada persona como hijo, hermano, madre o padre, pareja, vecino, compañero de estudios o trabajo, pasajero de una misma micro, servidor público, empleado de empresa, etc.

No sé si dicho ejercicio cree conciencia global sobre ciertos derechos fundamentales que son atropellados a diario, pero al menos, me deja tranquila con mi conciencia.

¡Qué filosofada que me he mandado! Espero no haberme puesto demasiado latera (hic!)

Saludos,

La Reina del Nilo con dolor de cabeza.

ahoratodostusolo dijo...

Cleo: Dificilmente si Freddy ni siquiera comenta una línea por acá vaya a revelar algo más de su personalidad.

En cuanto al tema central, yo creo, sobre todo, que es valioso que cada uno de nosotros intente ser objetivo en su propio beneficio primero.

La utilidad de desterrar las etiquetas es tremenda, en primer lugar para quién etiqueta.

Rabiso9000