28 de marzo de 2007

Los Combatientes de Hoy


Ser revolucionario hoy es una alternativa peculiar. Creo que hoy y siempre existirán razones para no estar conforme con el orden establecido, pero, a diferencia de otros tiempos, ser no-revolucionario en nuestro país es en los tiempos que corren una alternativa bastante más grata y segura que en cualquier otra etapa de nuestra historia. Por lo menos hasta antes que quedara la escoba con Transantiago.

Es cierto, existen muchas maneras de ser revolucionario, pero observemos la más tradicional. ¿Por qué la opción por la capucha y la molotov es aún atractiva para algunos que ni siquiera son tan jóvenes? Si en realidad pensaran que son capaces de lograr la adhesión masiva del pueblo, creo que muchos los verían con otros ojos. Si en realidad fuera posible cambiar la realidad, creo que hasta yo sería revolucionario. Pero en nuestro contexto histórico derechamente no es posible. Y creo que los encapuchados lo tendrán claro incluso el “día del joven combatiente”. Mientras no exista un cambio en la propiedad de los medios de comunicación en Chile y un cambio en el gobierno de los Estados Unidos, a mi juicio los dos factores decisivos del panorama actual, todos los vidrios y letreros rotos, todos los daños a los Mc Donalds, todas las fogatas, a mi juicio, sólo cumplen una función menor: tranquilizar las conciencias de quienes sencillamente no aceptan que vivimos en una sociedad dominada arbitrariamente por los dueños del dinero. Una función menor, creo, pero si estamos dispuestos a tolerar los abusos de poder de los empresarios, del gobierno, de los bancos, ¿Será tan urgente reprimir severamente a los combatientes de nuestros días?

Un cambio de gobierno en Chile, podría tener muchos efectos positivos, sea que los nuevos gobernantes pertenezcan a la derecha o a la verdadera izquierda. Pero definitivamente no arreglaría el problema de fondo. Y mientras no tengamos por lo menos alguna idea de cómo atacar seriamente el problema de fondo, los románticos revolucionarios son útiles sólo a la tranquilidad de su propio sueño.

Conozco a alguien que no está para nada de acuerdo con lo que expreso. Pero hace mucho tiempo dejó de escribir en este blog.

Roberto.


16 comentarios:

estados dijo...

Creo que ser revolucionario en cualquier época y por cualquier motivo es una alternativa peculiar toda vez que la revolución, si bien genera cambios, depende ciertamente de las circunstancias, poder, motivaciones paralelas, etc. y es, por lo tanto, necesaria pero insuficiente.

Nuevamente estamos de acuerdo en algo y en desacuerdo en otras cosas. Si con la revolución se cambiara la realidad por supuesto que hace tiempo que yo estaría en las filas de algún grupo armado y revolucionario a cagar, pero no es así, la realidad de nuestro país cambia en la medida en que "algunos" la hacen cambiar.

Baste el ejemplo del transantiago: por más que se proteste el asunto seguirá, por qué? porque es un proceso, que requiere tiempo y buena disposición (lo que es imposible pedirle a miles de trabajadores que sufren las consecuencias). Pero si "alguien" con poder considerara que es "mejor" para "ciertos" intereses, no dudo que las mejoras al sistema de transporte no se harían esperar. Por ejemplo: es factible que haya más micros? Si. Por qué no hay? ... (cri-cri)

Respecto a lo que mencionas acerca de "tolerar" los abusos, creo que la diferencia radica en que los que abusan muchas veces lo hacen dentro de las leyes y los demás abusos son cometidos por quienes hacen las leyes. En cambio, y aquí está nuestro desacuerdo, los revolucionarios que usan armas y violencia desmedida lo hacen fuera de la ley. Por lo tanto, no es posible "tolerarlos".

¿Sería excesivo preguntarte cuál es el probema de fondo? Me interesa muchísimo tu opinión al respecto.

Finalmente, te comento que mis revoluciones son personales, mis causas son absolutamente utópicas y los resultados de mis revoluciones son maravillosos.

Tu post me deja con una sensación de vacío, conformismo e impotencia que me desespera un poco.

Elisa Montt dijo...

Oye.....tú no estabas de vacaciones??

Entonces DESCANZA!!!!!!!!!

Ya.....en relación al post...sabes que trabajo en el corazón de la famosa villa Francia, con la muerte de los hermanos Vergara nace este día del jóven combatiente...mañana de seguro saldré antes del trabajo....lo más probable es que quemen la micro a las afueras de mi colegio y que nuevamente asalten y dejen vacía a la panadería del sector. No es malo ser revolucionario...al contrario, quizás faltan muchos de ellos para mover a este pais....solo que a veces se pierde el concepto.
Un beso.

Tomas Bradanovic dijo...

Yo noto un corrimiento ideologico muy interesante entre los que salen a protestar, hasta los 90 eran en su mayoría gente de izquierda con distintos programas para cambiar al mundo según alguna clase de dictadura popular tipo URSS o China.

Ahora son mayoritariamente anarquistas antigobierno, aunque hay una enorme confusión de ideas entre los tipos es claro que el MIR por ejemplo y en menor medida los rodriguistas, miguelitos y similares son básicamente anarquistas, lo que me parece muy bien.

Lo que no me parece nada bien es que salgan a la calle como hordas de matones a hacer destrozos. Disfruto mucho viendo cuando los apalean a pesar que siento alguna simpatía ideológica con ellos.

Me parece extremadamente cobarde además cuando se andan escudando con los derechos humanos, si creen en la violencia que se porten como hombres entonces, que vayan de frente y aguanten las consecuencias.

Angel y Demonio dijo...

A mi, me tiene chata salir fijándome si no está mucho la cagada. Hoy hasta nos largaron antes, sólo para volver a casa en medio de una marejada de gente malas pulgas y agresiva. Así no se puede! El día del joven combatiente, el 11 de septioembre, etc etc etc para mi últimamente son sólo excusas para salir a descargarse rompiendo cosas, y no me parece bien. Naaaada bien.

Claudia Corazón Feliz dijo...

Me gusta la revolución, don rabi, qué quiere que le diga. Me gusta que la gente reclame y gueeve por sus derechos.

Los desmanes son otra cosas.

¡Power to the people!

Lo que no me gusta es que no escriba ná. Eso si que no.

Anónimo dijo...

Nada, tú sabes que soy una pacifista, y como dicen los Beatles, todos queremos la revolución, mas cuando hablamos de destrucción, sabes que debes dejarme afuera (o adentro? jeje)
Besos.

Anónimo dijo...

No estaba muerto....
Andaba de parranda...

(O paseando en transantiago, talvez?)

¿Cómo van esas vacaciones?

Respecto del tema del post, aunque no suelo citar comentarios de otros, debo decir que en gran parte concuerdo con lo dicho por Tombrad. Estas fechas que supuestamente son conmemorativas de hechos importantes para una (gran) parte de nuestra sociedad, sirven de excusa para salir a dejar la cagada. No en vano se pasó del día del "joven combatiente" al día del "niño delincuente".
Si nos fijamos bien, los verdaderos dolientes por la fecha (llámese familiares, amigos y vecinos de los finados Vergara Toledo) recordaron la fecha pacíficamente con un acto en el vecindario. Piolita. Nada que ver con los pendejos que a mediodía andaban tirando piedras en Alameda.
¿Los usuarios del Transantiago? Tampoco andan tirando piedras, ellos han reclamado y hecho sus aportes de otras formas creo que más constructivas que el saqueo y el destrozo.
Ergo, no me queda sino concluir que los que salen a dejar la mansaca no son revolucionarios ni ideólogos que quieren cambiar el mundo. Son mocosos imberbes que pelean con los pacos porque disfrutan haciéndolo, convenientemente aleonados por viejos tercios del MIR y del FPMR que quedaron excluidos de la repartija de cargos gubernamentales (porque hay otros que quedaron de lo más cómodos en el establishment), y que por lo mismo, están interesados en desestabilizar como sea a la "gordi", como si no estuviera harto inestable ya la pobre.
Ayudados por el "cuarto poder", sin duda. Nunca antes se le había dado tanto bombo a la fecha en los medios de prensa, como este año.
(baste ver papelón del Subse Harboe en el allanamiento a la Usach)
Curioso, ¿eh?

Besos al viento para ti.

ahoratodostusolo dijo...

Sole: Creo que le problema de fondo es la falta de solidaridad en nuestra sociedad. Cada uno de nosotros vela por sus propios intereses y cuando tienes dinero lo único que importa es destruir a la competencia. Si el sistema fomenta tal estado de cosas, esto es el abuso del poder de los ricos, de la manera que lo hace, los menos serán revolucionarios, los más lucharán por ser ricos para poder abusar de otros quienes tienen su suerte sellada, legitimando el modelo.

Eso, no tiene remedio.

Trilce: Conectarme a internet una vez a la semana es descansar. En eso estoy de acuerdo: si los revolucionarios fueran una mayoría carente solamente de recursos, valdría la pena la lucha. Pero son muy pocos como para tomarlos en serio.

Tombrad: En eso estamos de acuerdo, pese a que si hay una corriente a la que no le tengo simpatía, aun cuando la considero la más legítima de todas, es el anarquismo: Si estamos en guerra, si optamos por la vía violenta, hay que ser consecuente.

Angel y Demonio: Estamos de acuerdo. Pero yo no he tenido ni siquiera la suerte de ver de cerca los disturbios.

Furiosa: En cuestión de gustos no hay nada escrito. Pronto volveré a Santiago y a la pega.

Marilyn: Tu visión corresponde a un pacifismo bastante ingenuo. Yo soy pacifista aquellos que tenemos la conciencia sucia: prefiero la no-violencia, aun cuando asumo que el modelo es una máquina de moler carne, inmoral. Agregarle violencia es peor, porque no lo mejorará aunque pretenda hacerlo.

Besosalviento: Comparto el diagnóstico, salvo en cuanto (1) no creo que las ceremonias y marchas sean muy útiles. (2) no creo tampoco que los violentistas sean en su totalidad ni en su mayoría menores de edad. Creo que muchos de ellos lo son, pero el promedio de edad debe bordear los 20 años y a esa edad eres plenamente responsable y dueño del mundo.


Rabintermedio

Anónimo dijo...

Cualquier orden social se cimenta sobre un sistema de valores predominantes, a saber hoy en día el individualismo y el egoísmo. La eclosión de este sistema podemos localizarlo en la instauración del mercado como eje central de la sociedad: la visión del mercado y la sociedad por aquel entonces distan mucho de las que hoy tenemos. Es aquí donde entran en juego los movimientos sociales y por lo que me considero activista.

Hemos de deconstruir el discurso liberal predominante para que sea la propia sociedad la que construya propuestas y de este modo conseguir la transformación social. Esto no se consigue con la violencia, es más, nos desautoriza. En una situación revolucionaria (dos poderes legítimos compiten y aspiran a construir un orden social) habrá violencia, mientras tanto el papel de esta violencia puede ser debatida para encaminarla hacia otros objetivos.

Hay muchas cosas en nuestra contra, por supuesto, pero si nadie lucha nunca nada cambiará y aunque sólo sea por el mundo que les dejaré a mis hijos hemos de seguir alzando la voz si no ¿con que cara podré mirar a los ojos a las generaciones futuras?

estados dijo...

Estoy de acuerdo con lo que planteas... sin embargo, dices que el asunto se basa en:

1. La falta de solidaridad personal.

2. El hecho de que el sistema fomente la dinámica que mencionas.

Y entonces el hecho de que esto no tenga remedio no pasa por un cambio individual ni del sistema, sino que por un cambio de las dos cosas en forma simultánea? Si?...

¿Pero es el sistema el que nos condiciona a actuar de cierta forma o somos nosotros los que con nuestro actuar creamos un sistema que nos retroalimenta el aprovechamiento de los demás para beneficio propio?... (supongo que esta pregunta no tiene respuesta).

Creo que es ultra-necesario encontrar alguna forma de intervenir en este modelo de sociedad pues está claro que se vienen muchas protestas y revoluciones y todas tienen fundamentos válidos.

Anónimo dijo...

:) Sistema - invidiuo.. es la misma relación que existe entre sociedad e individuo, es una relación dialéctica. El cambio pasa por actuar en el nivel intermedio que alimenta tanto al individuo como a la sociedad: los discursos. Entendiendo como discurso (de manera muy tosca) el conjunto de valores e ideas que se aceptan a priori y no se cuestionan. Ej.: la competitividad es buena porque es el egoísmo lo que nos mueve; o las empresas privadas son más eficientes que las públicas; o decir que el sistema político actual es una democracia (a secas); etc.
Incluso podemos llegar a cuestionar que somos individuos por encima de todas las cosas cuando realmente somos individuos EN sociedad y somos exclusivamente individuos en el mercado. También se podría cuestionar la importancia del mercado en nuestra sociedad o la imagen de que todo desarrollo es bueno o la idea del sistema económico como un sistema completamente aislado en vez de verlo como un subsistema del sistema natural (lo cual sería más realista). Etc.

No sé si he conseguido explicarme, pero este tema da para mucho :)

Un saludo.

mayra! dijo...

Hola!!!

Uy...
la verdad, es que la REPRESION es totalmente inutil: de que sirve reprimir algo que nunca tendra frutos???
si yo supiera que saliendo a la calle con un cartel las amarillas volverian, creeme que lo haria, pero SIENTO -por no decir SE- que eso no pasara, y que todo lo que signifique HERIR a otro ser humano que no tiene culpa esta MAL...
osea... yo creo que los pacos estan tan chatos con el transantiago como nosotros, y SE que no fue idea de ellos...
los combos debieran llevarselos lagos y bachelet, pero están protegidos... dentro de sus autos, y una colgando en el metro!!!

toy chata con el transantiago, pero no justifico la violencia, ni de los pacos ni de los encapuchados: si tu causa es justa, no deberias tener miedo a dar la cara (a menos que seas un vandalo)

muchos besos
visítame

bye!!!

Pato dijo...

Como dices que en nuestro contexto histórico derechamente no es posible cambiar la realidad quizás izquierdamente si sea posible.

Saludos

ahoratodostusolo dijo...

Barbudo: Te juro que lucharía, pero no creo que se logren cambios.

Sole: Creo que lo que viene es una re-adaptación (siempre se adaptan, una y otra vez) de los grupos de poder para evitar la movilización. El problema es que apenas algunos de los más revolucionarios consiguen un lugar en las estructuras ded poder, acabó la revolución. Claro, primero está su propia familia.

Siendo así, creo que los niveles de violencia no aumentarán. Sólo se mantendrán dentro de lo tolerable. Como hoy.

Mayra: Estamos de acuerdo. Demasiado quizás.

Pato: Quizás, izquierdamente algo de maquillaje vendrá.

Cambios de fondo...¡Por favor! ¿Hablas en serio?

Rabinsignificante

Dany dijo...

Muchos hoy confunden el termino revolucion con delincuencia. Promover cambios ... batallar por ellos implica conocer, argumentar con bases ... hoy en día preguntas a los "llamados revolucionarios" el porque estan ahi y No tienen idea (salvo unos contados con los dedos de las manos)... al final "la lucha" se transforma en desordenes, desmanes y provocar caos.
;) cariños viejitus ....

Elisa Montt dijo...

Que bueno tenerte de vuelta!